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Ferretería y Construcción

¿Cómo enfrentan la crisis las tiendas de pintura argentinas?

Argentina.- En los últimos tiempos uno de los rubros que parece «pelearle», palmo a palmo, a la crisis económica es el de las pinturerías. Este sector comercial es uno de los pocos que continúa apostando a la apertura de nuevos locales no solo en la ciudad de Buenos Aires sino también en el interior del país.

Según los referentes consultados este rubro, si bien no está exento a la crisis de consumo en la que se encuentra la Argentina, logró sostener sus ventas y esto se debe a una multiplicidad de factores. «En épocas donde a la gente se le hace complicado mudarse o hacer grandes reformas en el hogar, cambiarle la cara a la casa es una de las opciones más comunes y accesibles», comenta Roberto F., uno de los encargados de una pinturería del barrio de Flores que prefirió no revelar su apellido. Guillermo Ortega, socio gerente de la cadena Sui Color, firma que actualmente cuenta con seis locales propios, amplía: «Hay mucha gente que en tiempos complicados como el actual elige, a modo de inversión, renovar su propiedad para que ésta no pierda su valor».

Los especialistas consultados sostienen que la facturación creció respecto de 2018 aproximadamente un 30% pero que esto en gran parte se debe a la alta inflación. «Obviamente, es un mercado que no escapa a la realidad del contexto económico del país y está golpeado, como tantos otros. Para ser más claros, estamos hablando de una caída promedio en las ventas de pinturas del orden del 20 por ciento versus año anterior», explica Víctor Ramírez, gerente de Franquicias Pinturerías del Centro.

A pesar de la crisis, las distintas marcas continúan apostando en la expansión. Tal es el caso de la firma Sui Color que acaba de abrir un nuevo local propio en Caballito. «Vimos la oportunidad de posicionarnos en el corazón de la ciudad y no lo dudamos. Para esta apertura realizamos una inversión de $5 millones», dice Ortega. La firma Sui Color prevé para 2020 lanzar su plan de franquicias. Por su parte, Pinturerías del Centro, que tiene más de 40 años en el mercado, recientemente abrió tres nuevos locales ubicados en Villa Adelina, City Bell y Recoleta. «Las tres aperturas demandaron una inversión total que rondó los $4.300.000 y con ellas sumamos 168 puntos de venta en todo el país todos franquiciados; 73 de ellos se encuentran en Buenos Aires y CABA», explica Ramírez.

En la actualidad poner un local de unos 60 metros cuadrados próximo a una avenida, en un barrio comercial, demanda una inversión estimada que parte de $1 millón. «Es importante entender que abrir una franquicia no es barato. Existen distintas opciones de inversión pero el 40% ellas está concentrado entre los $500.000 y los $4 millones. Nuestro modelo de negocio prevé la entrega del local totalmente armado y listo para operar sin costo para el franquiciado. Y, en promedio, un local puede tener una facturación anual de $6 millones. Es importante mencionar que en los últimos años ha crecido mucho el concepto low cost, que son franquicias a las que se puede acceder con inversiones menores. Cuando hablamos del rubro pinturerías se requieren locales de entre 60 y 150 m2 idealmente ubicados en una esquina. Un dato no menor es que el retorno estimado de inversión se realiza entre 18 y 24 meses», comenta Ramírez.

El e-commerce también llegó a las pinturerías. «Las principales pinturerías del país nos subimos a la ola del comercio electrónico. Actualmente nuestra tienda online genera un 15% de nuestras ventas», cuenta Ortega.

Los especialistas sostienen a que este rubro aún está muy lejos de su techo basándose en los números que maneja el sector en la región. Según datos revelados por el Indec, el consumo de pintura per cápita en la Argentina en 2018 fue de 4,12 litros, un número muy inferior en comparación al que se registra en países como Brasil, Perú o Chile. «El desafío para las empresas del sector en la Argentina es prepararnos para un crecimiento. Debemos invertir en capacidad productiva y en logística de despacho», dice Ortega.

Con la llegada de la primavera, del buen tiempo y de los primeros calorcitos las pinturerías comienzan a vivir su temporada alta. «Éste es el momento en el que la gente comienza a realizar las reformas ligeras y hasta las estructurales en los inmuebles. Es por eso que confiamos en que el último trimestre traiga aún mejores aires para el sector», concluyen Ortega y Ramírez.

Fuente: www.lanacion.com.ar



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