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Capacitación

No ponga mala actitud en el Marketing

A menudo las empresas se encuentran en crisis financiera, al borde de la quiebra, los planes de mercadeo no generan resultados positivos ($), los empleados andan desmotivados, los altos directivos no saben ni donde están parados y en general todo está «patas arriba»; en estos momentos es cuando todo depende de la Actitud y Entusiasmo que tengan las personas que dirigen y trabajan en las organizaciones para salir adelante, sobrevivir y crecer. Aquí es donde la actitud de los empleados encumbrará o terminará de arruinar a la empresa. Las empresas no son derrotadas por sus enemigos sino por sí mismas, diría Sun Tzu, si el gran general resucitara, dos mil quinientos años después, y se pusiera a analizar a las empresas. He visto a varias compañías formar parte del cementerio empresarial simplemente porque sus directivos tenían la mente «nublada» y se cansaron de competir. Aún cuando en el entorno existían muchas posibilidades para salir adelante. En algunas empresas los verdugos fueron ellas mismas.

Según el sitio www.mercadeo.com se ha visto como los dueños de varias pequeñas y medianas empresas conservan un gran entusiasmo y mantienen motivado al personal, mientras las cosas van saliendo bien, pero cuando la situación se pone difícil ese entusiasmo se esfuma y se transforma en impotencia y furia, debido a que no obtuvieron los resultados esperados. En ese momento los líderes empiezan a gritar como leones a todos sus empleados y éstos a su vez, con el pasar de los días quedan totalmente desmotivados. Luego de unos meses esas empresas cierran sus puertas y sus dueños y altos directivos quedan golpeados psicológica y económicamente durante mucho tiempo. (Algunos quedan golpeados de por vida).

Definitivamente, la actitud es fundamental para el marketing. Una actitud negativa por parte de un mercadólogo puede destrozar y tirar al piso todos nuestros proyectos de mercadotecnia. Muchas empresas no tienen éxito y no prosperan porque sus empleados no se apasionan con su trabajo, esta situación la sienten los clientes, ya que ellos prefieren estar en empresas donde sus empleados estén entregados a su actividad, porque saben que la pasión produce un trabajo excelente. Esa entrega hace que los clientes se sientan mejor y más a gusto. A los clientes les gustan las empresas apasionadas. No permita que esos obstáculos y contratiempos diarios terminen minando el entusiasmo de sus empleados y de usted mismo.

¿Qué empresario puede decir que nunca ha tenido problemas en su negocio? En la administración y en el marketing es muy natural que naufraguemos algunas veces. En el ambiente de los negocios no hay nada seguro y para poder salir a flote de nuevo, a pesar de todas las heridas que nos deja el fracaso, necesitamos tener coraje, necesitamos tener lo que diferencia a los hombres exitosos de los mediocres…la Actitud. Esa pequeña diferencia que genera una gran diferencia en la vida y en los negocios.

El problema con el ser humano radica en la actitud con la que afronta las circunstancias. Este generalmente sólo pone una actitud positiva cuando las cosas van bien, pero cuando las cosas se ponen difíciles entonces la actitud y el ánimo se vienen al piso. Una buena noticia y la persona se siente afortunada, con una actitud positiva y hasta se creé prácticamente invencible. Una mala noticia y se paraliza nuestro pensamiento, se disipa nuestra actitud positiva, la persona se siente con la peor suerte del mundo, cree que todo lo puede arruinar y hasta le entran ganas de morir.

¡Qué comportamiento tan gracioso! El ser humano se inclina por la actitud inversa a la que debería tener cuando las cosas van mal, debido a que en estos momentos en lugar de sentirnos deprimidos, deberíamos ser optimistas para salir a pelear. La ex primer ministra israelí Golda Meir, cierta vez dijo: «Todo mi país tiene su espíritu. No tenemos dólares petroleros. No tenemos minas ni grandes riquezas en el subsuelo. No tenemos el apoyo de la opinión pública mundial que nos vea favorablemente. Todo lo que Israel tiene es el espíritu de su pueblo. Y si el pueblo pierde su espíritu, ni siquiera los Estados Unidos podrán salvarnos.

Solamente un soñador puede hacer que un sueño se convierta en realidad, dijo Walt Disney. Si su deseo de alcanzar sus sueños es más fuerte que los obstáculos que se presentan, entonces no habrá obstáculo, ni ciencia humana que lo detenga. El éxito se encuentra en persistir.

Cuando veo a un empresario desmotivado, me gusta contar la vieja historia de los gemelos. Uno de ellos siempre estaba feliz, el otro siempre estaba triste. Un día los padres, preocupados por la situación, fueron donde un psiquiatra para que les ayudara a equilibrar el ánimo de los gemelos. El psiquiatra se comprometió a equilibrar el ánimo de los niños y seguidamente encerró al niño triste en una sala cargada de juguetes y al niño alegre en una sala llena de estiércol. El psiquiatra pensó que esto nivelaría sus conductas y solucionaría el problema. Luego de unas horas el psiquiatra y los padres abrieron la primera puerta y observaron que el niño triste todavía se encontraba llorando amargamente en su cuarto lleno de juguetes. Luego pasaron al siguiente cuarto para ver como se encontraba el otro niño. Al abrir la puerta se encontraron al niño muy alegre, gritando de júbilo. Los padres y el psiquiatra se maravillaron de ver al niño jugando, tirando bolas de estiércol para arriba y exclamando:»Que felicidad, en algún lugar de este cuarto debe haber un pony oculto». Si todas las personas se concentraran siempre en buscar al pony escondido entre los problemas, tendrían menos úlceras y vivirían más felices. Trate de encontrar en cualquier situación al pony que se encuentra escondido en el estiércol.

No existe ninguna manera con la que sea imposible vencer, pero absolutamente nadie conoce la forma para ganar siempre. El secreto está en tener una actitud positiva y persistir. No existe fracaso, sino falta de persistencia. Todos los hombres ricos son persistentes. Para alcanzar el éxito se debe pasar por el camino del fracaso frecuentemente, por ello tenemos que ser perseverantes. Albert Einstein dijo: «Para nuestro trabajo son necesarias dos cosas: una de ellas es una persistencia infatigable; la otra es la habilidad para desechar algo en lo que hemos invertido muchos sudores y muchas ideas.» Aquí se manifiesta el motivo por el que se dice que en el tiempo de este genio, solamente diez personas en todo el mundo entendían lo que él decía.

Un conocido historiador, David Landes nos explica ¿Porqué algunas personas y empresas prosperan?, concluyendo: En este mundo los optimistas lo tienen todo fácil, no porque siempre tengan razón, sino porque son positivos. Incluso cuando se equivocan, son positivos y ése es el camino del rendimiento, la corrección, la mejora y el éxito…

Fuente: www.mercadeo.com