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Sector del acero se pone caliente

Arcelor vigila ahora a Turquía e India tras caer un 45% las compras de acero chino en Europa.

China ya no es la principal amenaza para la siderúrgica ArcelorMittal, al menos de momento y mientras se apliquen los aranceles de la Unión Europea. Le han tomado el relevo otros dos países: Turquía e India. El gigante del acero vigila ahora las importaciones en Europa de acero de ambas procedencias a precios que pueden llegar a distorsionar el mercado.

El propio presidente de la multinacional, Lakshmi Mittal, calificaba la semana pasada de «buenas» las perspectivas para 2018, pero advertía de un entorno global «competitivo, caracterizado por una sobrecapacidad de producción y elevados niveles de importaciones». Según fuentes de la compañía, los productos indios y turcos comienzan a «colarse» en las compras de empresas europeas.

Mittal afirmaba también que «las favorables condiciones de mercado han apoyado la consecución de sólidos resultados de nuevo este trimestre». Esas favorables condiciones obedecen, en buena parte, a dos cuestiones que tienen que ver con China: por un lado, los aranceles de la Unión Europea han reducido las importaciones de acero del país asiático en un 45% en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2016 y, por otra parte, el Gobierno de Pekín está inmerso en un proceso de reducción de capacidad.

En concreto, China se ha comprometido a recortar el exceso de capacidad de producción de acero, con una reducción de entre 100 y 150 millones de toneladas anuales (hasta un 12,5% del total actual) durante los próximos cinco años.

Mayor demanda

Todo ello ha contribuido a que los productos de ArcelorMittal hayan tenido una mayor demanda. Así, es fácil entender que la compañía haya disparado su beneficio neto atribuible entre enero y septiembre un 156%, al obtener 3.529 millones de dólares (3.035 millones de euros). En concreto, las ventas del gigante siderúrgico entre enero y septiembre crecieron un 19,5% más.

Mittal observa, además, que el volumen de expediciones de productos acabados de ArcelorMittal, «ofrecen una perspectiva positiva para 2018», pero no se relaja. Ahora ha puesto el foco en la amenaza de Turquía e India.

El país otomano juega con su condición intercontinental para potenciar sus relaciones tanto con Europa como con Asia. Turquía compra palanquilla a China que luego transforma en sus acerías y trenes de laminación para exportar al mercado de la Unión Europea. Así evita los costes de la chatarra, la materia prima que alimenta los hornos.

India es otro de los frentes abiertos para la siderurgia nacional, también por el acero inoxidable que llega del país asiático, cuya política está orientada al fortalecimiento de su industria a través de las exportaciones.

El problema del acero, para los fabricantes nacionales, es que viaja bien. La propia robustez del producto permite una logística sin problemas por barco y carretera.

Fuente: www.elcomercio.es